7 Amaneceres en Asia (por los que merece la pena madrugar)
Viajar no siempre es placer y diversión. A veces, hay que hacer algunos esfuerzos, pero tienen su recompensa. En este caso, el esfuerzo es madrugar. Y el premio: amaneceres de postal. Así que, a quien madruga, quizás Dios no le ayude, pero tendrá un amanecer más en su retina. Prometo que merece la pena.